A cada cual según sus gustos

Entre los animales vegetarianos, hay que citar, en primer lugar, a los herbívoros: rinocerontes que ramonean, búfalos que pastan las tiernas hierbas de las zonas húmedas, tapires aficionados a las plantas acuáticas, bisontes que se alimentan de la hierba de las praderas americanas. Gran mamífero marino del grupo de los sirénidos, el dugongo se alimenta de los vegetales del fondo del mar, que arranca sirviéndose del labio superior de su grueso hocico. Numerosos monos son comedores de hojas. Así, los colobos tienen un estómago especializado formado por 3 bolsas, de las que una sirve para desmenuzar las hojas y contiene bacterias que facilitan la digestión. El orangután prefiere buscar los frutos, pero se alimenta también de hojas, de granos, de cortezas y de huevos. Otros animales son granívoros, como las aves, cuyo robusto pico descascarilla los granos, que son triturados en la molleja. Un grupo de pulgones se alimenta de la savia contenida en las agujas de pino. Ciertos insectos encuentran azúcar y proteínas en las flores. Tal es el caso de la abeja, que se avitualla en las flores, recolectando con sus patas el polen que servirá para alimentar a sus larvas y aspirando el néctar, importante recurso energético con el que elaborará la miel.