Animales anfibios

Caracteres generales

La piel es desnuda y húmeda. La capa superficial se separa y forma mudas traslúcidas. La respiración se realiza a través de pulmones y, sobre todo, a través de la piel vascularizada en el adulto y a través de branquias en las larvas. El cerebro es más desarrollado que el de los peces. Los órganos de los sentidos están perfeccionados. El aparato auditivo está constituido de tal manera, que se supone que la rana puede oír tan bien como el hombre. Una lengua, provista de órganos gustativos y hendida en dos en su punta, se proyecta rápidamente para atrapar los insectos que se enviscan sobre su mucus. Los ojos están protegidos por 3 párpados (¡para una rana, levantar los párpados significa cerrar los ojos!). Por regla general, tienen 4 patas, con 5 dedos cada una, que posibilitan el planeo en determinadas circunstancias. El cráneo está articulado con la columna vertebral: un pez no puede mover la cabeza; un sapo puede decir «sí» o «no» con la suya. El corazón está formado por 3 cavidades. Hay diversidad de sexos, las metamorfosis resultan más o menos acentuadas y la vida se reproduce en medios húmedos, salvo excepciones. La temperatura del cuerpo es variable.

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