El futuro del cine: la revolución de las técnicas

Un filme siempre será un filme

Lumière hizo la síntesis de las técnicas de reproducción de la imagen en movimiento, y Méliès utilizó el filme como un medio de expresión espectacular: el cine salía de su infancia. Con el sonido y el color, conquistaba un público cada vez más amplio. Hollywood ostentaba la supremacía: el cine tenía su gran poder. Pero la evolución de las técnicas (la toma directa del sonido, el perfeccionamiento de cámaras ligeras) iba a romper aquel «trust» del gran espectáculo cinematográfico. La Nueva Ola francesa daba un nuevo tono a aquel arte ya adulto. Se entraba también en la era audiovisual. La televisión, principal competidora, penetraba en las casas y retenía al público restándolo del que acudía a las salas de proyección. Crisis, desde luego, pero saludable, porque permite a los realizadores reconsiderar y meditar sobre la importancia de la conquista de la imagen.

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