Los mayas fueron, en sus orígenes, tribus pro cedentes del Sur. Aparecen instalados en zonas de Guatemala y México, según se cree, hacia el 1000 a.C, pero los primeros esplendores de este pueblo no se manifestarían hasta los s. IV a IX d.C. A esta época se le llama Imperio Antiguo. En torno al año 1000, y por razones que se desconocen, los mayas abandonaron sus ciudades y emigraron hacia el Norte, a la península de Yucatán, a unos cientos de kilómetros de su lugar de origen, donde fundaron el Imperio Nuevo. Su civilización conoció entonces una notable expansión que se prolongaría hasta mediados del s. XV. Los españoles les sometieron hacia el 1500.
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