La aeronáutica del futuro

Ocho mil kilómetros por hora

Los investigadores no sólo se interesan en el vuelo supersónico (2.000, 3.000, 6.000 Km/h), sino que piensan ya en el hipersónico (8.000, 10.000 Km/h, y más todavía). Sus estudios se encaminan a la búsqueda de metales, como el niobio o el tántalo, capaces de soportar temperaturas del orden de los 1.700 a los 2.000°C. Es preciso explorar también las posibilidades del estatorreactor: el X-15, avión experimental equipado con un estatorreactor, ha volado a Mach 8, es decir, a 8.000 Km/h. Nuevos carburantes, como el hidrógeno líquido, deberán tomar el relevo de los hidrocarburos derivados del petróleo, que no poseen ya un grado energético suficiente. De este modo, se puede pensar que llegará un día en que, para determinados aviones, ningún lugar del globo estará a más de 10, 8 ó 5 h. Son predecibles los problemas de navegación, de seguridad y de circulación que plantearán semejantes aparatos. En consecuencia, se estudia la aproximación y aterrizaje con visibilidad nula: los pasillos de la pista se delinean ante los ojos del piloto, es la microvisión (MLS, Microvision Landing System).

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información