La comedia musical: la alegría de vivir hecha arte

La comedia musical encarna un género específicamente anglosajón, aunque las producciones de otros países también tienen éxito. Nueva York y Londres son sus lugares predilectos. Es un espectáculo que saca sus temas de la vida cotidiana. Show Boat, de Jerome Kern, en 1927, anuncia el paso de la opereta al musical. George Gershwin e Irving Berlin determinan sus grandes líneas y precisan el papel dinámico de los números musicales, cantados o bailados. Los espectáculos «negros» de los años veinte, con sus ritmos de blues y jazz, contribuyeron en buena medida al nacimiento del género. Té para dos, El rey y yo y Hello Dolly son sus modelos. El fondo de algunas obras puede presentar acontecimientos dramáticos, como el de la guerra, en South-Pacific, de los más prolijos autores de musicales: Rodgers y Hammerstein, o las tensiones sociales de un pueblo (Argentina y Evita). Se han adaptado comedias famosas: Frederic Loewe, con My Fair Lady, recoge toda la expresividad de...

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