La insurrección surrealista

Los orígenes del movimiento

Occidente vivía a la sazón «la mayor masacre de la historia» (1914-1918), matanza que producía a los más lúcidos una especie de náusea con respecto a sus antiguas pretensiones de superioridad moral. El arte occidental, por otra parte, tenía que ser replanteado ante el inmenso aflujo de obras de civilizaciones desconocidas: Asia, Africa, México, etc. En tal clima, el joven André Breton, movilizado en el hospital psiquiátrico de Saint-Dizier, descubrió las teorías revolucionarias de Freud y concibió el proyecto de utilizarlas «con vistas a la recuperación de los poderes originales de la inteligencia».

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