La magia gana bazas: el sonido y el color

Los verdaderos comienzos del cine hablado

En 1910, Léon Gaumont y el físico francés Jacques d'Arsonval presentaron unos filmes sonoros, sincronizados con un fonógrafo. El cantor de jazz, producido y realizado por la Warner Bros, estaba también acompañado por discos, pero tenía la originalidad de ser «hablado», es decir, que las palabras difundidas por el fonógrafo correspondían a los movimientos de los labios del actor que aparecía en la pantalla. Pero hubo que esperar hasta 1932 y hasta el perfeccionamiento de sistemas antiparásitos para que la toma de sonido pudiera efectuarse en directo.

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