La pintura barroca: lo patético al servicio de la fe

¿De dónde proviene el término «barroco»?

Nada tenía de elogiosa esta palabra en sus comienzos. Barroco, en portugués, se aplica a una perla que puede tener hermosas aguas, pero que pierde su precio por no ser perfectamente redonda. Los antiguos diccionarios formaron un adjetivo sinónimo de aquello que es extraño, caprichoso y fantasioso hasta Ilegar al desorden. Corno resultado, la palabra tomó un sentido peyorativo que no se esfumó hasta comienzos del s.XX.

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