La sombra
Hans
Christian AndersenLA SOMBRA
(1847)
EN los países cálidos,
¡allí sí que calienta el sol! La gente llega a
parecer de caoba; tanto, que en los países tórridos se
convierten en negros. Y precisamente a los países cálidos
fue adonde marchó un sabio de los países fríos,
creyendo que en ellos podía vagabundear, como hacía en
su tierra, aunque pronto se acostumbró a lo contrario. ÉI
y toda la gente sensata debían quedarse puertas adentro.
Celosías y puertas se mantenían cerradas el día
entero; parecía como si toda la casa durmiese o que no hubiera
nadie en ella. Además, la callejuela con altas casas donde
vivía estaba construida de tal forma que el sol no se movía
de ella de la mañana a la noche; era, en realidad, algo
inaguantable. Al sabio de los países fríos, que era
joven e inteligente, le pareció que vivía en un...
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