La vida en otras partes

El mundo del gigantismo

En primer lugar, las distancias son gigantescas. La distancia de la Tierra al Sol es igual a 150 millones de kilómetros, es decir, 20.000 veces el radio terrestre. La luz tarda ocho minutos en llegar hasta nosotros, pero necesita más de cuatro años para llegar desde la estrella más próxima después del Sol, y varios millares de millones de años para venir desde las galaxias lejanas. En el Universo se encuentran temperaturas alternativamente muy elevadas (5.000 grados en la superficie del Sol, 10 millones en el centro) y muy bajas (– 200 grados en el medio interestelar). Los astros tienen masas considerables: la de la Tierra es de 6 billones de miles de millones de toneladas, la del Sol 300.000 veces mayor y la de nuestra Galaxia es de unos 100.000 millones de veces la del Sol. Por último, en los diversos astros pueden encontrarse densidades asombrosas, muy débiles o muy grandes. El gas que llena el medio interestelar es mucho más «vacío» que el mejor estado de vacío que se pueda realizar en la Tierra: es un billón de millares de millones de veces más diluido que el aire, es decir, que un cm3 no contiene más que algunos átomos. Por el contrario, un dedal de la materia que constituye la compañera de la estrella Sirio posee una masa próxima a la tonelada.

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información