Las armas de la victoria

En verdad que la espada con que el soldado defiende su patria, humilla al enemigo malo y le derrota, es merecedora del aplauso y del amor. Pero hay otras herramientas, hay otros útiles con que los hombres ganan victorias imperecederas. ¿Dónde están? ¿En qué consisten? Muchos siglos hace, muchos, que el empeño furioso del hombre le hizo descubrir entre las piedras con que topaba en su camino cierto mineral negruzco y brillante. En su ignorancia, el hombre en aquellas edades lontanas, no sabía que había dado con el tesoro de la riqueza. Porque ese pedrusco negro y brillante no tenía, cierto es, el refulgir del oro, ni el iluminar de la plata, ni el centellear de los diamantes. De apariencia humilde, constituía sin embargo la mayor riqueza a que puede aspirar el hijo de Adán y Eva. El hombre había dado con la mina de hierro. Y luego, andando los tiempos, el hombre aprendió a manejar el metal negro, y construyó el martillo y el clavo, y la sierra y la lima, y la tenaza y el...

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