Las ciencias auxiliares de la historia

• Definición. En su sentido etimológico, la arqueología es la «ciencia de las cosas antiguas». Saca a la luz, clasifica y organiza todos los vestigios humanos que el pasado nos ha dejado sobre el suelo o debajo del suelo. Por tanto, esta disciplina tiene dos objetivos principales: de una parte, descubrir y aislar documentos (un palacio, un fragmento de cerámica, un papiro, una inscripción, etc.); es decir, cosas, o, como ahora se dice, realia; y, de otra parte, proporcionar a las demás ciencias auxiliares de la historia todo el material que les pueda servir de base para sus tareas. El público profano, aficionado a lo pintoresco, pero bastante ignorante de los métodos científicos, suele conceder una excesiva importancia al papel de los filólogos; pero como el de quienes descifran las inscripciones, interpretan los sellos, catalogan las cerámicas, etc., suele quedar en la sombra. Sin embargo, son estos trabajos largos y difíciles los que sirven de base a la tarea realizada por el historiador.