Las divinidades: automóviles de los años locos

Símbolosdel prestigio social

Tan pronto como se inventó, el automóvil pasó a ser el hijo preferido de los artesanos que se hallaban en situación de convertirse en los primeros industriales de este nuevo medio de transporte. La libertad en cuatro ruedas, rival ligero y dúctil del tren, condenado a seguir sus rutas lineales, pronto estuvo al alcance de muchos bolsillos gracias a la fabricación en serie. La primera guerra mundial estimuló la industria. Al salir victoriosa de la guerra, la del automóvil trató de satisfacer los deseos de los nuevos ricos. El automóvil iba así a convertirse en un medio de exhibir el poderío y la riqueza, de «hacer alarde de buen gusto y de prestigio». De invención maravillosa, el automóvil se convierte en un arte de vivir, símbolo de un evidente prestigio: un verdadero fenómeno social.

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