Las fuentes y los jardines

El jardín, lugar de recreo y reposo, encierra el espacio del arte y muy especialmente el de la escultura, que adquiere al aire libre toda su plenitud. El Renacimiento italiano, inspirándose en la tradición antigua, hizo surgir maravillosos parques (donde se desplegaba una escultura monumental específica: pilones y estanques que albergan aguas estancadas, «escalones» donde rebotan las cascadas al manar, grutas que guardan en su seno figuras rústicas que evocan los viejos mitos de la fecundidad. Una iconografía propia del elemento acuático asocia las estatuas de ninfas, de tritones y de caballitos de mar a un decorado donde abundan las conchas y los témpanos de piedra. El jardín clásico francés, tal como lo concibió Le Nótre, y los parques barrocos de Alemania difundieron esta tradición ampliamente: copias de estatuas antiguas bordean las avenidas, adornan los bosquecillos y, combinadas con las fuentes, siembran el paisaje vegetal de temas poéticos y de alegorías. Las...

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