Las grandes obras funcionales de comienzos del siglo

El norte de Europa, la vanguardia

Los primeros ejemplos importantes de esta nueva corriente proceden del norte de Europa, de Bélgica y de Holanda. Los grandes almacenes de Bruselas, Innovation, construidos en 1901 bajo la dirección de Victor Horta, fueron en su momento los primeros modelos de este estilo. La estructura metálica, que todavía tiene las formas y las técnicas de ensamblaje de las grandes obras de arquitectura metálica del s. XIX, es, con el cristal, el principal componente de este edificio, que quedó totalmente destruido por un incendio en 1967. Cercano aún a las volutas de Hector Guimard y del Art nouveau, la concepción de conjunto es ya, sin embargo, muy racionalista. La fachada, compuesta por dos paredes vidriadas dispuestas simétricamente en torno a un vano central que cubre dos plantas macizas, está coronada por un frontón de albañilería. En las construcciones de la época se encuentra, con frecuencia, este principio de fachada simétrica en torno a un elemento central coronado por un frontón, redondeado casi siempre: en Inglaterra podemos contemplar algunas construcciones de Voysey; en Alemania podemos admirar también las primeras creaciones de un futuro gran arquitecto, Peter Behrens. Sus edificios, de formas macizas y funcionales, expresan admirablemente las tendencias de la arquitectura moderna.

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