Las regiones templadas y las frías

En los climas templados, como el propio adjetivo indica, las diferencias térmicas son moderadas: las temperaturas medias del verano rara vez sobrepasan los 25°C, y las del invierno giran alrededor de los 0 a 3°C. Estos climas están localizados en las costas occidentales de los continentes, entre los 30 y los 60° de latitud. Las condiciones meteorológicas varían mucho de un día a otro, y las estaciones son diferentes todos los años. La mayor parte de estos climas son del tipo «templado oceánico». Se extienden por las costas europeas desde el norte de Portugal hasta el sur de Noruega; en Norteamérica, desde California hasta el sur de Alaska. En le hemisferio sur, sólo se encuentran en el sur de Chile y de Nueva Zelanda. Se caracterizan por un invierno suave y tardío y por un verano fresco. No hay estaciones secas y las precipitaciones son casi constantes: hay siempre mucha humedad, debido a la influencia oceánica. Estos climas son los apropiados para el bosque caducifolio y para la landa. También hay climas templados con una estación seca llamados «mediterráneos». Hay muy pocos repartidos por el mundo: los contornos del Mediterráneo, la extremidad sur de Africa (El Cabo), el suroeste de Australia (la región de Adelaida) y California. Estas regiones de clima mediterráneo se sitúan en latitudes muy bajas (menos de 40° norte), lo cual explica las suaves temperaturas invernales. Esta última estación es lluviosa y, en cambio, el verano es seco y muy cálido. La sequía veraniega origina cierto tipo de vegetación; monte bajo, encinares, olivos, pinares, bosques de cedros, de alcornoques…