Luis XIV: el poder y la gloria

El Rey Sol

Cuando se corona rey, Luis XIV tiene 22 años. Declara de inmediato que tomará en sus propias manos el gobierno del reino y dará forma a lo que desde entonces habrá de llamarse el absolutismo real. No tiene, de hecho, ninguna limitación a su poder; los Estados generales no volverán a aparecer hasta 1789 y los parlamentos parisino y provinciales perderán la poca autoridad de que disponían. Desde el comienzo de su reinado, Luis XIV no cesa de multiplicar los signos de su privilegiado destino. Es el Rey Sol y crea en derredor suyo los escenarios de su grandeza solar. Versalles es el testimonio más perfecto.

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