Nadar, volar, correr o trepar

Muchos animales pequeños se mueven sin tener sistema muscular ni patas. Nadan o trepan impulsados por el movimiento rítmico de numerosos cilios vibrátiles (infusorios ciliados) o poseen flagelos como órganos locomotores (protozoos flagelados). La evolución de la morfología animal se basa, en parte, en un aumento de la eficacia en la utilización de los músculos. En algunos moluscos, el pie, órgano muscular, sirve para la locomoción. La lombriz de tierra, anélido, se mueve mediante una reptación producida por una contracción alternativa de los músculos circulares y longitudinales. Las sanguijuelas se desplazan nadando o andando. La natación se efectúa por ondulaciones del cuerpo; y la marcha, por un «paso largo»: fija su ventosa posterior, mientras coloca la anterior, y así sucesivamente. Algunos vertebrados carecen de miembros, pero poseen un esqueleto interno y una espina dorsal que no se contrae. El movimiento ondulatorio es típico de los animales ápodos. La serpiente se mueve mediante una serie de contracciones musculares que se propagan de delante hacia atrás, y las paredes del cuerpo se apoyan en las irregularidades del suelo.