Patas para caminar, alas para volar

Ciertas aves no necesitan beber, pues sus alimentos sólidos contienen la suficiente cantidad de agua. Sin embargo, cuando se sienten sedientas, las aves deben dar con frecuencia pruebas de habilidad para aplacarse. Los colómbidos se sirven de su pico como de una paja, manteniéndolo en el agua y aspirando el líquido sin dificultad, pero todas las demás aves se ven forzadas a hundir el pico en el agua, y a levantar la cabeza tras cada trago para que el líquido llegue hasta el gaznate. En invierno, cuando el hielo recubre el agua, determinadas aves tragan nieve. Mirlos comunes, gorriones domésticos, verderones, verdecillas y pinzones reales llegan incluso a atrapar copos de nieve al vuelo, aplacando de esta manera su sed al mismo tiempo que se desplazan.