Payasos, trapecistas y fieras: el circo

El circo a la antigua

En 1774, Astley presenta en París su nuevo espectáculo. En 1793, en Filadelfia, K. B. Ricketts edifica un anfiteatro circular coronado por una cúpula. El circo ha atravesado el océano y, de Nueva York a Berlín, pasando por Viena y París, el público aplaude a volatineros, acróbatas y cómicos a caballo. Las sombras chinescas y los fuegos artificiales dan reflejos mágicos a un espectáculo que acaba con una pantomima, una auténtica pieza de teatro de gran colorido. El heroísmo militar (La linterna de Diógenes), los personajes más famosos del repertorio clásico (Don Juan en el infierno) y los grandes dramas de la historia alientan nuevas vicisitudes en el corazón de la pista. Antonio Franconi y sus hijos fundan la primera dinastía de trotamundos, erigiendo sus «circos olímpicos». Howes, y luego Thomas Cook, emprenden las primeras giras por Estados Unidos.

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