Renacimiento italiano: armonía de la estructura y de la decoración

Una decoración opuesta al gótico

El arte gótico nunca llegó a implantarse realmente en Italia, y sus procedimientos se aceptaron con muchas reservas. Los italianos, por ejemplo, apenas conocían el arbotante y se limitaban a utilizar, con éxito, procedimientos de construcción más antiguos. La decoración también seguía siendo muy sencilla, y no era más que un adorno añadido posteriormente al cuerpo del edificio. La independencia de la estructura permitía al gótico italiano toda clase de transformaciones. Esta decoración artificial, que está tratada según las bases ojivales en la Edad Media, se convierte en romana cuando la Antigüedad vuelve a ocupar un lugar de honor.

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