Sexualidad: fuente de riqueza

La reproducción sexuada

La reproducción sexuada tiene como agentes efectivos dos células cargadas de potencialidades no idénticas, dos gametos, uno macho y otro hembra. Todo lo que rodea al encuentro de estas dos células no son más que variaciones sobre el mismo tema: el de la unión de principios opuestos y, sin embargo, complementarios. La reproducción sexuada implica la renovación de la especie, pues crea nuevas unidades biológicas. La unificación del patrimonio hereditario y la creación de individuos nuevos son las consecuencias más importantes de la reproducción sexuada que, desde el protozoario al hombre, se debe considerar como el tipo fundamental de reproducción. Se dice que la sexualidad impregna al individuo, y esto, que es cierto en el hombre, lo es también en los animales, sea cual fuere su lugar en la escala zoológica. La reproducción sexuada se manifiesta en todos los animales con una uniformidad impresionante. Las circunstancias que lo rodean varían considerablemente, pero, desde la simple hidra de agua dulce a los primates, el fenómeno es esencialmente el mismo.

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